Una mañana en Rodén el Viejo.
De Shackleton aprendimos que los viajes inciertos no están necesariamente condenados al fracaso.
A la convocatoria de una quedada fotográfica con amenaza de temporal respondieron 17 animosos fotógrafos dispuestos a soportar las inclemencias del tiempo.
Soplaba el cierzo pero, tras una noche de lluvia, Miguel Ángel Tremps nos anunció desde Fuentes de Ebro: «No llueve. En dirección a Rodén está claro».
Descartada el agua nos quedamos en compañía del viento, omnipresente toda la mañana, que no empañó las ganas que teníamos de disfrutar de las singulares vistas de Rodén y su entorno, desconocidas para la mayor parte del grupo.
Rematamos la salida con un vermú en Fuentes de Ebro, tras la preceptiva foto colectiva que hicimos esta vez en tres versiones: analógica, estenopeica (rollo de 120) y digital. Ya en Fuentes sumamos una cuarta de fotografía instantánea.
Repetiremos la experiencia.