Txabi Beroitz (Zaragoza, 1965).
De una u otra manera, la fotografía siempre ha estado presente en su vida. En su mente perviven imágenes de la infancia, jugando con negativos revelados de una vieja Kodak Duaflex II que perteneció a su padre.
Un salto en el tiempo le lleva a los años 80, cuando tuvo la primera cámara analógica, una Cosina casi de juguete, y la llegada de la revolución digital reavivó su afición por plasmar detalles de la vida, convirtiéndose en la más ansiada forma de expresión.
A partir de ese momento comienza sus estudios de fotografía en la Escuela Spectrum Fotos, de Zaragoza. Posteriormente inicia su especialización con la realización de cursos y talleres más específicos
Definiéndose como un amateur en permanente formación, Txabi Beroitz entiende la fotografía como su forma de expresión y de relación con las personas de su entorno. Para él, el acto fotográfico es un momento además de creación, de conocimiento del otro y de re-conocimiento en lo personal. Por eso busca siempre el “uno a uno”, modelo frente a fotógrafo, buscando que el objetivo no sea una frontera, sino el vínculo.
“Retratar es conocer. El cuerpo humano es un elemento inigualable para la expresión de sentimientos y estados de ánimo. Es hermoso en sí mismo, sea cual sea, sea como sea.”
En su evolución como fotógrafo ha pasado del control de la iluminación en estudio (sin descartarlo totalmente) a buscar la luz natural, adaptándose a ella y manejándola para conseguir los resultados deseados, encontrando en la cálida luz del atardecer un aliado imprescindible.
Es evidente en su trabajo la influencia ejercida por maestros de la fotografía como Edward Weston, Bill Brandt, Rafael Navarro o Cristina García-Rodero, entre otros.
“NudoGrafías” muestra su trabajo más reciente, la innegable realidad de que el ser humano es Naturaleza, es un elemento más como la roca, el agua… En ella se integra hasta casi mimetizarse.
“Cuando uno fotografía personas en color, fotografía sus ropas, cuando fotografía personas en blanco y negro, fotografía su alma”. Ted Grant.
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Me piden que explique qué es “Nudografías”. Lo más sensato que se me ocurre decir es que “Nudografías” es una excusa, un anzuelo lo suficientemente goloso y tentador (espero) como para que dejemos la comodidad de nuestros sillones, nos alejemos de nuestras pantallas y compartamos un cerveza, un espacio y una animada charla. Brindemos por la vida, riamos hasta que nos duelan las mandíbulas, celebremos y hagamos un poco más feliz la vida de quienes nos rodean.
Realizar cada una de las sesiones de las que nacieron las fotografías que componen la exposición que vas a contemplar fue un motivo de disfrute; vivencias, confesiones, risas y hasta llantos…
Escribir con la luz, contar con el cuerpo… Quizás sea pretencioso decir que cada fotografía pretende ser un relato con el que despertar un sentimiento, una emoción, una reacción en el espectador.
“NudoGrafías” muestra la creación más reciente. Parte de la intimidad del estudio y desemboca en la innegable realidad de que el ser humano es Naturaleza, es un elemento más como la roca, el árbol, el agua… En ella se integra hasta casi mimetizarse.
Esta aventura no ha hecho nada más que empezar… ¿Te apuntas?
“Retratar es conocer. El cuerpo humano es un elemento inigualable para la expresión de sentimientos y estados de ánimo. Es hermoso en sí mismo, sea cual sea, sea como sea.”
